En la tradición creyente, traducir la Biblia ha sido considerada siempre una tarea religiosa, no sólo técnica, y que requería por tanto una competencia no sólo intelectual sino carismática.
La primera traducción integral del Antiguo Testamento que poseemos, por ejemplo, la que llamamos Versión de los LXX, fue recibida y consagrada por un multisecular uso, pero además el proceso de su composición fue sacralizado a través de una leyenda piadosa: setenta sabios en setenta y dos días realizaron setenta traducciones independientes... y todas coincidieron.
Sabido es que el Concilio de Trento corona la difícil tarea (iniciada por San Jerónimo más de diez siglos antes) de dotar a la cristiandad latina de una Biblia fiable en latín que pudiese ser leída por el vulgo (Vulgata), consagrando esta versión como equivalente al original para todos los usos (lectura, disputa, oración, proclamación, catequesis, etc.)
En el ámbito protestante, la preocupación por la Biblia en vulgar (entendiendo con esto las lenguas particulares europeas) ocupó gran parte de la tarea de los primeros reformadores.
En el dominio de la lengua castellana, contamos con los esfuerzos de traducción de Alfonso El Sabio y Fray Luis de León, por no mencionar sino dos de los más notables, así como la versión integral de Casiodoro de Reina en la primera mitad del siglo XVI, primera en el protestantismo hispanoparlante, y que con sucesivas revisiones sigue estando vigente.
En el campo católico también se han hecho traducciones integrales de gran calidad, tanto desde la Vulgata como -más modernamente- desde las lenguas originales, cuya mención parcial sería una injusticia hacia los omitidos.
Todo ese enorme esfuerzo, repartido a lo largo de siglos y asumido por multitud de eruditos creyentes tuvo un punto en común: todos ellos acometieron su tarea "con temor y temblor", sabiendo que traducir la Biblia no es sólo aplicar un conjunto de reglas gramaticales sino acercarse y tocar el corazón de un misterio grande: Dios habla en la Biblia y habla en lenguas particulares, su hablar es un hablar encarnado.
De este "temor y temblor" nos queda testimonio en diversos prólogos que los propios traductores han redactado como complemento a sus difíciles trabajos. Como ejemplo, vale la pena leer el de Mons. Straubinger a su traducción, así como el de Casiodoro de Reina a la suya.
Por muy traducida que esté la Biblia a las lenguas en uso, cualquier lector tiene la experiencia de las grandes dificultades de su comprensión, no menores a las que tiene en las lenguas originales, y a cuánta confusión y perplejidad puede llegar quien se acerque a ella sin cierta preparación (religiosa, de oración, exegética, e incluso de algunos conocimientos profanos, como algo de historia y geografía, cosmología, etc.)
Esto ha hecho que la Biblia estuviera siempre inmersa en alguna corriente interpretativa concreta, explícita o implícita, corriente que puede expresarse tanto en una difusa "interpretación aceptada" en la comunidad (como suele ser en el protestantismo) como en obligatorias introducciones y notas al pie, como ocurre en el catolicismo. Esta "corriente interpretativa" se complementa con la apropiación del decir bíblico aquí y ahora en las predicaciones orales y en multitud de artículos, grupos y cursillos bíblicos, etc.
Todo esto forma un entorno virtual del texto, que no pertenece a la Biblia pero con el que hay que contar a la hora de leerla. Contar positivamente, como ayuda a la interpretación, y contar negativamente, para superar las barreras y obstáculos que ese entorno crea al autoerigirse (como suele ocurrir) en la interpretación legítima y definitiva. Me detendré un poco en este último aspecto.
Es tarea pendiente de la teología dogmática encontrar hoy un lenguaje adecuado que nos permita apropiarnos con la mayor profundidad posible de lo que significa ese gran dogma ecuménico de la Inspiración Bíblica. Cierta persistencia de categorías filosóficas del todo inadecuadas (individualismo, dualismo, etc.) hacen muy difícil encontrar los conceptos que permitan traducir su contenido. Pero mientras aguardamos la consolidación de algún nuevo lenguaje más apto para nombrar la experiencia religiosa, podemos intentar apropiarnos de esta verdad como de un "criterio negativo": no tanto leído en relación a lo que el texto bíblico es, cuanto en relación a lo que seguramente no es.
Que la Biblia es Palabra de Dios puede significar, entre muchas otras cosas, que ninguna interpretación clausura ni puede clausurar su texto. El texto bíblico trasciende toda posible interpretación, no al modo como los textos profanos trascienden sus lecturas (para los que idealmente podemos proponer una lectura total), sino al modo como Dios trasciende su creación: todo signo de Dios es legítimo, pero ninguno lo agota, de tal manera que el discurso se convierte en un concurso pluriforme de aproximaciones.
Esto, naturalmente, no implica que toda interpretación bíblica es legítima y correcta de antemano, sino que aquéllas que llegan a ser legítimas y correctas (cada confesión bíblica tiene sus criterios por los que establece tal legitimidad y corrección) no pueden más que aspirar a entrar en esa confluencia interpretativa, abonando un "entorno virtual" sin pretender agotar el texto, inmerso en el hondón trascendente de las significaciones.
Pero para que la hondura del texto sea operativa, para que nos deje atisbar su trascendencia, es necesaria al menos una condición: que la Biblia contenga el texto bíblico y no cualquier otro que se le pudiera parecer.
Tan obvia es esta afirmación que no hay motivo, así sea pretendidamente "piadoso", "humanista" o "adecuado al hombre de hoy", que justifique publicar libros llamados Biblia que no contienen traducciones del texto bíblico sino versiones más o menos aproximadas, según lo que el editor ha decidido que piensa un "hombre de hoy".
No obstante esta insana costumbre de llamar Biblia a textos que a lo sumo pueden aspirar a la categoría de paráfrasis bíblica, ha tomado cuerpo en los escaparates de las librerías religiosas, sobre todo en las católicas, donde es habitual que compartan estante las Biblias con estos textos (a veces de muy dudoso valor, siquiera religioso) que ni remotamente pueden arrogarse la propiedad trascendente de ser "Palabra de Dios".
Se comenzó en los '60-'70 con las (mal) llamadas Biblias para niños, como si el ser "para niños" debiera implicar que no sean Biblias. Tal vez es disparatado e inútil querer que un niño lea la Biblia; tal vez es la idea más piadosa y genial que se nos puede ocurrir. Pero si vamos a poner una Biblia en manos de un niño, no lo engañemos a él (que creerá haber leído la Biblia) ni engañemos a sus padres (que creerán haber comprado una Biblia). Se trata, aunque más no sea, de mantener la misma honestidad comercial que para cualquier otro producto.
Pero además en los '80-'90 esta lamentable costumbre se comenzó a extender al público adulto. Con el pretexto de que la Biblia es "muy complicada para el hombre actual", o de que "habla otro lenguaje", o de que "hay que acercar la Palabra a los hombres concretos", se rompe con toda impunidad (y con irresponsables imprimatur) el contrato básico que pone ante nosotros la Palabra: respetar su texto.
Cada relato bíblico (por la índole de sus idiomas originales y por la esencia misma de lo dicho en sus textos) admite decenas de traducciones legítimas, y cada una de ellas admite cientos si no miles de interpretaciones aptas para recorrer sus infinitos matices, en una tarea inconmensurable capaz de llenar de sentido varias vidas humanas. Ni la larga vida de Matusalén alcanzaría a comprender la hondura del más pequeño de los salmos, ¡a condición de que sea el texto lo que nos den y no cualquier otra cosa!
No nos engañemos: la Biblia nunca fue simple, nunca habló "el lenguaje de hoy", ni siquiera en el hoy en que fue escrita.
La Biblia se dirige a "mentes sencillas" sólo en el sentido que la "sencillez" tiene en la predicación de Jesús: el "descentramiento de sí mismo" de aquél que no quiere ser eje del mundo ni criterio universal de verdad. Descentramiento que comienza por reconocer que hay al menos un texto que excede nuestro lenguaje: el texto de Dios.
Gracias Abel. Cada vez aprendo más. voy despacio, pero voy caminando. Excelente tu artículo, sencillo, fácil de leer para el cristiano común. Andrea.
Gracias por tu artículo Abel.
Si no te importa, me gustaría hacerte una pregunta a proposito del tema: a tu juicio, ¿cuales son las dos ó tres mejores traducciones en castellano de la Biblia? (católicas, claro).
Yo es que tengo por costumbre cuando medito acerca de un pasaje, comparar el mismo pasaje en varias traducciones distintas para sacarle más jugo al texto, por lo que me interesaría conocer cuáles son las mejores traducciones en castellano.
Actualmente manejo la Biblia de Jerusalen (versión de 1999), la Nacar-Colunga y la Santa Biblia editada por San Pablo (versión dirigida por D. Evaristo Martín Nieto), y estoy pensando en comprarme la Biblia del Peregrino de Alonso Schokel.
Muchas gracias de antemano.
Un saludo.
Estimado Abel
Me ha gustado mucho tu articulo. No soy catolico, sino protestante, pero reconozco que has tratado el tema con respeto y ecuanimidad. Es cierto que ninguna traduccion se va a equipar a las versiones de los manuscritos originales (o mas antiguos) que se poseen. Pero tambien pienso que existen distintas calidades en las traducciones, en cuanto a la fidelidad y claridad con que transmiten, en la medida de lo posible, el mensaje encerrado en los textos originales hebreos, arameos y griegos. Es una ardua tarea saber cual traduccion es la mas fiel de todas, debido a que cada traductor o grupo de traductores dara razones apoyando que su traduccion es la mejor. En consecuencia, a quien creerle? En primer lugar, yo descartaria las versiones de la Biblia que son "traducciones de traducciones" de los manuscritos originales conservados en hebreo, griego y arameo, y me quedaria con las versiones de la Biblia que sola hayan sido basadas de manera principal en esos manuscritos originales mas antiguos. Por supuesto que el traductor o traductores puede (y debe) auxiliarse con todas las traducciones de la Biblia que existan, para tener "multitud de consejeros", pero la base de la traduccion deberia estar en los manuscritos originales. Si hacemos asi, creo que la eleccion de las Biblias a considerar para comparar, queda notablemente reducida. Luego habria que aplicar otros criterios de seleccion, que habria que definir correctamente. Sin haber realizado un profundo analisis sobre el tema, dado que recien comienzo a introducirme en el mismo, podrian ser (sin indicar prioridad o importancia relativa) tenerse tambien en cuenta los siguientes criterios: 1-coincidencia de varios traductores idoneos independientes en el sentido de la frase en cuestion; 2-ejemplo de vida personal de cada traductor (Aunque una vida cristiana ejemplar no garantiza idoneidad, se espera que un siervo de Dios en el momento en que esta siendo usado por El, tenga como minimo una vida ordenada. Como sabemos, todo hombre es imperfecto, incluso los grandes siervos de Dios tuvieron momentos de flaqueza y pecado en sus vidas, como David, Salomon, Pedro, Pablo, Moises, etc. Lo que quiero decir, es que cuando estaban siendo usados por Dios, en ese momento, fueron guardados de caer. Por esa razon, es de esperar que un traductor de la Biblia que esta siendo usado por Dios para producir una traduccion fiel, en ese momento muestre una vida ordenada y conforme a la Palabra de Dios; 3-que la lectura de esa traduccion de las Escritura sirva para enseniar, redarguir, corregir e instruir en justicia, para preparar al hombre de Dios para toda buena obra (2da.Timoteo 3:16-17); 4-la traduccion de las Escrituras debe dar claramente testimonio de Jesus, yendo al cual se obtiene vida eterna (San Juan 5:39-40); 5-otros parametros sobre los que habria que meditar. Es de hacer notar que los puntos 3 y 4 mencionados se refieren a que lo que la misma Biblia expresa sobre si misma, debe ser aplicable a una traduccion fiel de la misma...es como un chequeo de autenticidad intrinseco que las Escrituras tienen incorporado (algo asi como el programa que ve viene en la BIOS de las computadoras, o firmware, para autochequeo de integridad).
Recibe Abel mis saludos, que hago extensivo a los lectores de esta seccion.
Cordialmente, en el amor del Senior Jesus,
Marcelo
YO QUIERO PREGUNTAR ALGO POR QUE SI EN LA BIBLIA MENCIONA QUE NO HAY QUE INCLINARCE A ESTATUAS ESCULPIDAS POR QUE LOS CATOLICOS NOS INCLINAMOS A LOS SANTOS SI DIOS DISE QUE SOLO A EL DEBEMOS DAR ADORACION
no puedo entender como diciendo la biblia que no adoreis a estatuas ni imagenes falsas los catolicos podais acer esto pues estays cometiento pecado y ademas perdiendo el tiempo le pareceis alos que adoraban el becerro de oro pues mas fuerte es el pecado que se sabe y se hace es mas si mirais arriba de la pajina vereis unas imagenes de unas mujeres aya cada cual pero me parece que estays cometiendo pecado
CUÀL TRADUCCIÒN DE LA BIBLIA ES LA MÀS FIEL A LOS MANUSCRITOS ORIGINALES?, LA RESPUESTA ES SENCILLA, ES AQUELLA QUE NO SEA VERSIÒN CATÒLICA Y QUE NO TENGA EL SELLO PAPAL (TORRES AMAT POR EJEMPLO), QUE AGREGAN A LOS TEXTOS LETRA CURSIVA PARA TORCER A SU CONVENIENCIA LA PALABRA DE DIOS. LAS VERSIONES MÀS FIELES PROCEDEN DE LA SEPTUAGINTA, EN LA QUE SE REUNIERON 70 SABIOS TRADUCTORES Y CADA UNO HIZO SU TRADUCCIÒN EN 72 DÌAS ...... Y TODOS COINCIDIERON. RECOMIENDO LA VERSIÒN REYNA-VALERA, QUE PARA GUSTO Y APRECIACIÒN DE LOS VERDADEROS CREYENTES DE DIOS, ES LA CORRECTA. Y PARA TU INFORMACIÒN, NO TIENE NADA QUE VER EL TIPO DE PERSONA QUE SEA EL TRADUCTOR, MIENTRAS QUE SU VERSIÒN SEA FIEL A LA PALABRA DEL SEÑOR. MARCELO SE DICE PROTESTANTE, PERO EN SUS COMENTARIOS SE TRASLUCE QUE ES CATÒLICO Y A LO PEÒR, HASTA SACERDOTE CATÒLICO, PUES LOS CONCEPTOS QUE ESCRIBE SON PURAMENTE DE ESA RELIGIÒN, QUE DIOS ABOMINA POR SER ADORADORES DE IMÀGENES Y ESTATUAS QUE EL SEÑOR PROHIBE DE MANERA TAJANTE EN LAS ESCRITURAS. ÈXODO 20:1 A 6, Y hablò Dios todas estas palabras diciendo: Yo soy Yahvè tu Dios, que te saquè de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
No tendràs dioses ajenos delante de mì.
No te haràs imàgen, ni ninguna semejanza de lo que està arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinaràs a ellas, ni las honraràs; porque yo soy Yahvè tu Dios, fuerte y celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaciòn de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. POR ESTAS Y OTRAS RAZÒNES, DECIR QUE SE CREÈ EN DIOS Y A LA VEZ, SER CATÒLICO, ES SENCILLAMENTE INCOMPATIBLE.
QUE DIOS LES BENDIGA A TODOS (HASTA A LOS CATÒLICOS), EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Roberto, aunque el primer mensaje pienso que manifiesta de tu parte bastante ignorancia del tema, lo he dejado, porque tiene al menos alguna conexión con lo expuesto en el artículo y/o con uno de los comentarios. El segundo lo borré porque no es éste el lugar, ni es ésa la manera, de descargar tus problemas mentales con los católicos (no con ningún otro).
Abel, hemoso dialogar sobre la biblia unicmente quien está enamorado de la palabra de Dios, podra discernir cada detalle en la foma que tu lo haces, por todo ello un millón de gracias
Rosy
eatá muy bien
Estoy de acuerdo con el comentario y la verdad me preocupa bastante la cantidad de versioes y revsiones bíblicas que existen hoy en día pala la lengua española y me llama mucho la atención cuando algunas personas dicen, "da lo mismo la versión o revisión"... todos tenemos claro el mensaje...", la verdad no se si es tan así, el mensaje comtempla muchos puntos plasmados en el único vestigio o material que tenemos como creyentes en Jesús, por lo tanto estamos obligados a protegerlo con gran firmeza y fidelidad.
Creo que el mensaje principal o escencial puede ser medianamente claro, pero si queremos profundizar en las palabras que salieron de la boca de Jesús y los hechos vividos en el tiempo de su primera venida, nos encontramos con una infinidad de diferencias, multilación de versos completos (ej. últimos de Marcos en la NVI, donde queda inconclusa la resurrección de Jesús!, se basa en el texto crítico) también un cambio del orden de palabras (ej. Jesús dice: "Yo Soy", no, "soy yo" como lo muestra la NVI, cambia completamente el sentido), además de la omisión de palabras, entre otras. Muchas traducciones de palabras llevadas al "idioma contemporáneo" para ciertas personas es facilitar la lectura, pero personalmente creo que lleva a una poca investigación personal, pensamiento, interés, crecimiento, conocimiento.
Existen muchas confusas y erróneas traducciones (lo demuestran varios estudios), cambiando completamente el sentido del texto original y de lo que se quizo expresar en "nuestro idioma actual o contemporáneo", quitando la riqueza de cada palabra, oración, frase o verso. Jesús mismo habla de entar por la puerta estrecha!, de no entrar por la ancha o fácil, que finalmente lleva a la perdición..., sino que mérito tendría? Por algo lo reformadores quicieron dejar el latín de la "iglesia de Roma" (que pocos entendían) y llevar la Palabra a todos según su lengua, para que cada persona pueda leerla, tener acceso y estudio a Ella.
De esta forma además debemos tener claro que la búsqueda y estudio de la Palabra debe ser personal y no debemos quedarnos con lo que el otro entendió, se publicó, se declaró en algun concilio, auqnuqe sea un dogma, que lo haya dicho un papa, un sacerdote, un pastor, etc, etc.
Algunos se inclinan por el antiguo "Texto Recibido" (mi caso personal), trabajo de hecho por Erasmo y otros por el texto críitico (caso de la NVI), tomado de unos manuscritos encontrados en el Mar Muerto en 1947 y que quienes defienden su autoridad lo hacen porque suponen tiene una mayor data que el Receptus, recopilado y traducido en el siglo XVI. Desde sus inicios la versión y las revisiones de Reina Valera (Bilia para la lengua hispana) tienen como base el "Textus Receptus", partiendo con la Biblia del Oso, trabajo hecho por Cipriano de Valera en 1582 y teniendo esta, su primera revisión en 1602, hecha por Casidoro de Reina.
Creo que debemos tener cuidado en el momento de elegir una Biblia, es más creo que debemos tener varias versiones y revisiones, así podemos darnos cuenta de algunas diferencias que muchas veces parecen no alterar el mensaje, pero lo hacen sutimelmente, muchas veces sin darnos cuenta.
Que Dios los bendiga y los guie.
es bueno todo que hacen la humanidad porque hace falta no solo nuestros hermanos no catolico ofrece sino nosotros los catalicos
Saludos a todos, que hayan tenido una feliz navidad y tengan un feliz año nuevo.
Interesante el artículo sobre la Biblia.
Es verdad que en el mercado hay un sinfin de bibias, que mas que dar claridad confunde mucho allí esta el ejemplo de las sectas bibblicas, cada quien saca palabras fuera de contexto o hace decir a la Biblia lo que ella nada dice.
Soy docente de religión, el tema me es familiar.
Recomiendo leer la biblia de Jerusalen creo que es la mas fiel, ademas los grandes autores lo citan.
Pero si hay que desconfiar de las biblias no católicas ya que mucha de ellas está adulterado, entre ellas la reyna valera.
Saludos a todos
Dios los bendiga
Damian
Buen día:
Yo apenas voy iniciando mi estudio de las Sagradas Escrituras.
Tengo tres Biblias, la primera que me fue heredada por ser la primogénita, se terminó de imprimir en los primeros años de la década de los 50s, en el siglo pasado, bajo el papado de San Juan XXIII, traducida directamente del koiné. La segunda es la Biblia Latinoamericana, bastante más sencilla en el uso del lenguaje. Y actualmente estoy utilizando la Biblia de Jerusalén, versión 2009, porque aunque su lenguaje es menos ligero, es ésta la más adecuada para quién desee estudiar las Sagradas Escrituras.
La verdad yo no me meto en honduras de que por qué una Biblia dice una cosa y otra la dice de diferente manera (siendo católicas, por supuesto). Pienso que la variedad de versiones se debe, en primer lugar, a los usos, costumbres y tradiciones de las épocas en que fueron escritas, y a que la manera de expresarse cambia con el correr de los años, los siglos. De más está decir que una versión traducida al español de España es diferente a otra escrita para México y parte de Centroamérica, por ejemplo, y bastante diferente a otra biblia destinada a lectores argentinos, vos sabés la diferencia. Por supuesto, ésta es la opinión de una perfecta ignorante como yo.
Lo que sí tengo claro es que a la Biblia no se le pueden quitar Libros, eliminar versículos, o "reescribirlos" porque le resultaron incómodos a Don Lutero.... éso no fue cualquier cosita, se ganó a pulso el adjetivo de hereje, y ahora resulta que cada quién le puede dar la interpretación que le de la gana, según la "iluminación" que en ese momento tenga el lector, que muy bien puede cambiar a la siguiente semana, según la disposición personal del mismo.
Por último, me gustaría mencionar que mi religión tiene casi dos mil años de antigüedad, y fue fundada por el mismísimo Jesucristo, Nuestro Señor. Los católicos solamente adoramos a Dios en su Santísima Trinidad, a nadie más. Es verdad que tenemos miles de imágenes y esculturas, pero NO son objeto de nuestra adoración; las imágenes y esculturas simplemente nos ayudan a evocar al Personaje que está representando, pero sabemos perfectamente que dicho personaje NO está dentro de la imagen o la escultura. Y ya de despedida, y solamente por molestar a quién se deje, diré que nuestra Santísima y venerable Madre, la Virgen María, fue virgen, es virgen y seguirá siendo virgen, antes, durante y después (por lo tanto, demás está decir que Jesús fue su único Hijo... no... Jesús no tuvo medios hermanos), y le tenemos un amor y un respeto de acuerdo a como debe otorgársele a la Hija, la Madre y la Esposa de Dios. Ahhhh... y solamente hay UNA Virgen María... sí, le damos muchísimos nombres diferentes, y cada nombre tiene su imagen correspondiente, pero es la misma y única, a éso se le llama Advocaciones de la Virgen.
Saludos. Buen domingo nos de Dios a todos, y no olvidemos orar por los Cristianos Perseguidos por su Fe, católicos y no católicos.
Favor informar la forma de obtener la Biblia que la Arquidiocesis de Valladolid editó con el lenguaje que se usa en la Liturgia de la Horas.
Por favor, necesitaría que alguien me orientara sobre la versión en griego de la Biblia más recomendada y si la puedo conseguir en forma gratuita por internet, les agradecería mucho, si no puede ser gratuita, por favor, quisiera saber la editorial
Si fuera posible una versión en griego aceptada por la Iglesia Católica
Hola, María Luján. Hay varias.
No hay una versión en griego no aceptada por la Iglesia Católica, porque en cuanto al texto griego no hay diferencias entre las confesiones cristianas.
De todos modos, la que se suele usar en la actualidad para traducciones es la edición del Nestle 26, 27 o 28.
La 27 se consigue gratuitamente en pdf, si me escribes al mail del sitio, te la envío.
Igual, si vas a estudiar griego del NT, te aconsejo que te compres el Nestle en papel, porque lo tendrás con las variantes y notas de puntuación, así como con las valiosísimas introducciones a la cuestión crítico-textual (en inglés). Se compra en Amazón (pero pon en el buscador Nestle Aland, porque si no te saldrán primero todos los modelos de leche en polvo de la Nestle alimentos... :-) ).
Desde la edición 26 prácticamente no hay diferencias en el texto establecido del Nestle, así que si buscas ahorrar, cómprate la 27º, que está mucho más barata que la vigente, que es la 28º.
Eso no implica que a la vez no la tengas en pdf, pero no tendrás las variantes textuales, que son de lo más importante de una edición crítica.
¿Has probado bajarte el e-Sword? allí tienes muchas biblias (entre ellas un módulo de la 28º del Nestle, un módulo del texto bizantino analizado sintácticamente, en fin, un lujo) Luego que te bajas el propio programa, te conviene darte una vuelta por el blog de e-sword módulos para español, porque hay mucho material complementario.
En fin, para una nota es mucho, escríbeme al mail si necesitas que te mande material o más detalles.
hola Abel , te hago una consuta:
la planta a la cual se le llama la zarza ardiente , donde DIOS le habla a Moises , era una acacia ?...
gracias y bendiciones !
Yo visitaba a una mujer que estaba impedida y se dolía de no poder ir a misa por no poder bajar las escaleras de su casa, no sabia leer pero tenia una Biblia a la que según ella abrazaba sobre su pecho y se sentía confortada, para mi las sagradas letras es un misterio que necesitamos de la Oración y la Humildad.