No hay ninguna razón para que se lea en viernes las lecturas de sábado, ni en jueves las de viernes, ni en general en un día las de otro. Los días litúrgicos siguen al día natural, así que el viernes se lee y reza lo de viernes, el lunes lo de lunes, etc.
Los únicos días litúrgicos que comienzan la tarde anterior son las solemnidades (no las fiestas, memorias, ni mucho menos ferias). Solemnidades son:
-los domingos,
-todas las celebraciones señaladas como tales en el calendario litúrgico,
-y aquellas que por señaladas razones (no por vagas "razones pastorales" que sólo sirven para estropear el calendario y no aprovechan a nadie) se convierten circunstancialmente en solemnidad (por ejemplo, el día del santo titular de una parroquia es solemnidad en esa parroquia... los días de los demás santos muy venerados en una parroquia no se vuelven automáticamente solemnidades sino, a lo sumo (si realmente hay una devoción por ellos) en fiestas, porque los "patronos secundarios" dan fiestas, no solemnidades.
Por "tarde del día anterior" se entienden las siete de la tarde, la caída del día, a lo sumo si la costumbre del lugar es celebrar a las 6, las 6, pero no las 4 de la tarde ni las 2, abuso en el que se cae en algunas parroquias que dan la catequesis de niños en sábado temprano y terminan al mediodía con misa "de domingo, porque es la víspera"...