UENOS AIRES, 08 Abr. 05 (ACI).- El Arzobispo de la Plata, Mons. Héctor Aguer, señaló que el Papa Juan Pablo II transmitió la luz del misterio de Cristo sobre ?la vida concreta de la sociedad contemporánea?, y de allí partió su férrea defensa ?de la dignidad de la persona y de sus derechos fundamentales?.
Durante la Misa de sufragio por el eterno descanso del Pontífice, Mons. Aguer afirmó que la irradiación personal del Santo Padre llegó a todos, pero especialmente a las gentes sencillas que ?lo han sentido próximo?. Agregó que Juan Pablo II cautivó ?a los sabios y poderosos de este mundo?.
Ante cientos de feligreses reunidos en la Catedral, el Arzobispo dijo que el Papa supo enfrentar los desafíos que le planteaba ?un siglo torturado? y dramático, así como ?el pasaje incierto a un nuevo milenio?.
?Juan Pablo II conoció de cerca en su juventud la brutalidad del paganismo nazi y denunció la devastación humana provocada por el totalitarismo comunista?, recordó Mons. Aguer. Añadió que a la vez que denunciaba el vacío espiritual que el ateísmo causaba en las personas, también advirtió ?sobre las carencias humanas del capitalismo?, con ?sus consecuencias despiadadas de explotación y semi-esclavitud?.
El Santo Padre, prosiguió Mons. Aguer, también advirtió sobre las consecuencias del relativismo posmoderno, el mal uso de la libertad humana, y que ?una democracia sin valores se convierte fácilmente en un totalitarismo desembozado o encubierto?.
?En los areópagos del mundo contemporáneo habló desde el corazón mismo de la fe?, destacó.
El Prelado explicó que Juan Pablo II exhibió ?la verdad sobre el hombre, a la luz del misterio de Dios Uno y Trino, de la revelación plenaria de Cristo?.
?Fue la suya una cosmovisión marcadamente religiosa, como fue esencialmente religiosa su misión. No podía ser de otra manera; él era el Papa, Vicario de Cristo, y fue un cabal hombre de Dios?, afirmó.