ROMA, 05 Oct. 08 (ACI).- En un artículo publicado en L'Osservatore Romano, Stefan Heid, Profesor de Liturgia y Hagiografía en el Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana, precisó que en "su sustancia y origen el celibato es una decisión espiritual" que "requiere una fuerza interior".
Seguidamente comenta que "los sacerdotes que caen en su propia sexualidad no faltan en alguna época de la Iglesia. Como toda decisión de la vida, que conlleva un largo plazo, también el celibato requiere una fuerza interior. Puede ser vivida solo por un sacerdote sano, capaz también del matrimonio, e incluso así; es siempre un don y una lucha. Se trata de la decisión 'por el Reino de los cielos'".
Al referirse al origen del celibato en la Iglesia, el experto señala que las primeras grandes decisiones pastorales de los Papas, documentadas a partir del siglo IV, tenían que ver "con el celibato del clero. Esta, sin embargo, no era la primera vez que se hablaba de una disciplina célibe obligatoria y se reflexionaba sobre su significado y origen. Los Pontífice consideraban que el celibato era una tradición apostólica: el celibarto venía entonces del periodo de los Apóstoles, del primer siglo".
Luego de comentar que en la Iglesia primitiva es cierto que habían algunos sacerdotes casados, Heid se cuestiona: ¿cómo se llega a la continencia en la vida de los clérigos? y responde: "De la vida de Jesús no se puede retirar la continencia, como no se puede eliminar los milagros o los exorcismos. Cuando Jesús hablaba de los eunucos a causa del Reino de los cielos, este discurso era entendido como de continencia perfecta por todo el grupo de discípulos, independientemente del hecho que los Apóstoleres fueran casados o no".
"El estilo de vida apostólica: pobreza, continencia, misión; no eran sino la modalidad de vida del Señor y producía una fuerte fascinación en la Iglesiacontinencia sexual es una exigencia de temor religioso", continuó.
Seguidamente Heid precisó que "el celibato tiene una dimensión espiritual eminente, trasciende por mucho la cuestión disciplinar. Así ciertamente, según el juicio de la Iglesia primitiva, el celibato eclesiástico tiene una relevancia dogmática".
"Cuando los Padres de la Iglesia afirman, implícita o explícitamente la apostolicidad, en concordancia con la Escritura y la irrenunciabilidad de la continencia de los clérigos, entonces según la terminología hodierna (sostenida también por ejemplo por Karl Rahner), califican la continencia como de derecho divino", agrega.