Partes de esta serie: Terminadas las esperanzas humanas surge la fuerza de la liberación divina recuerda Benedicto XVI ·
Salmo 119 Shin (118,161-168) aticano, 22 Jun. 05 (ACI).- Hoy miércoles, el Santo Padre se dirigió a los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro en ocasión de la Audiencia General invitando a todos a tener siempre presente que ante la caída de las esperanzas humanas surge siempre la fuerza de la liberación divina.
La catequesis del día de hoy fue sobre el salmo 123, también conocido bajo el título de ?Nuestra ayuda está en el nombre del Señor?. En sus palabras iniciales su Santidad se refirió al salmo como ?un canto de agradecimiento entonado por toda la comunidad orante que eleva a Dios la alabanza por el don de la liberación?. ?El salmo- continuó- quiere ser un himno dirigido a agradecer el Señor por la salvación de los peligros y a implorar de Él la liberación de todo mal?.
El Papa dividió el salmo en dos momentos. ?En la primera parte dominan las aguas que se propagan, símbolo bíblico del caos devastador, del mal y de la muerte?. Ante tal peligro ?el orante experimenta la sensación de encontrarse en una playa, milagrosamente salvado de la furia impetuosa del mar?. A tal simbología el Santo Padre relacionó el hecho que ?la vida del hombre está rodeada por las acechanzas de los malvados que no solo atientan contra su existencia sino que quieren destruir también todos los valores humanos?. Y ante tal situación ?el Señor fue mi sostén, me liberó porque me quiere?.
En el segundo momento apreciamos un cambio de escena, ?de la imagen marina pasamos a una imagen de caza?. En tal situación el salmo describe la imagen de una presa entre las fauces del predador, y ante tal realidad el Papa afirmó que ?la bendición expresada en el salmo nos hace comprender que el destino de los fieles, que era un destino de muerte, ha sido radicalmente cambiado por una intervención salvífica?.
Asimismo su santidad hizo referencia a la oración que ?se convierte en un respiro de alivio que se eleva desde lo profundo del alma: incluso cuando caen todas las esperanzas humanas, puede aparecer la potencia liberadora divina?.
Al finalizar su catequesis Benedicto XVI citó al santo obispo de Hipona, San Agustín, quien comentando el salmo afirma que ?nosotros también somos animados por una segura esperanza y cantaremos en el gozo. Los cantantes de este salmo no son extraños a nosotros. Juntos deseamos aquella vida que acá en lo terreno no tenemos pero que no podremos tener jamás si antes no la hemos deseado?.
Ante de concluir la audiencia general el Santo Padre dio la catequesis en diversos idiomas así como saludó en varias lenguas a los diversos grupos de peregrinos ahí reunidos. Finalmente el Papa entonó el Pater Noster e impartió la bendición apostólica.
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Salmo 119 Shin (118,161-168)