UENOS AIRES, 23 Ago. 07 / (ACI).- El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Bergoglio, pidió a los catequistas bonaerenses romper sus esquemas, no ceder a la tentación de reducir su campo de acción a lo intraeclesial y "recomenzar desde Cristo" su tarea evangelizadora.
A través de una carta, el Purpurado reconoció las "enormes dificultades que presenta la tarea" de evangelizar en "tiempos de cambios", y recordó a los catequistas que "solo poniendo la mirada en el Señor podremos cumplir su misión y adoptar sus actitudes".
Para el Purpurado, "uno de los aportes más lúcidos de la reciente Asamblea de Aparecida ha sido tomar conciencia de que quizás el peligro mayor de la Iglesia no haya que buscarlo afuera sino dentro mismo de sus hijos; en la eterna y sutil tentación del abroquelamiento y encierro para estar protegidos y seguros".
Según el Cardenal Bergoglio, el desafío primero de los catequistas hoy es centrarse en Cristo para recomenzar en él evitando la tentación de "creer que su ámbito de acción se reduce a lo intraeclesial, y los lleve a estar demasiado en torno al templo y al atrio".
"Cuando nuestras palabras, nuestro horizonte, tienen la perspectiva del encierro y del pequeño mundo, no ha de asombrarnos que nuestra catequesis pierda la fuerza del Kerigma y se trasforme en enseñanza insípida de doctrina, en transmisión frustrante de normas morales, en experiencia agotadora de estar sembrando inútilmente", advirtió.
El Purpurado recordó que "recomenzar desde Cristo es concretamente imitar al Maestro Bueno, al único que tiene Palabra de Vida Eterna y salir una y mil veces a los caminos, en busca de la persona en sus más diversas situaciones".
Asimismo, señaló que este "recomenzar desde Cristo", implica "cuidar la oración en medio de una cultura agresivamente pagana, para que el alma no se arrugue, el corazón no pierda su calor y la acción no se deje invadir por la pusilanimidad".
"En la vida de todo cristiano de todo discípulo, de todo catequista, no falta la experiencia del desierto, de la purificación interior, de la noche oscura, de la obediencia de la fe, como la que vivió nuestro padre Abraham. Pero ahí también está la raíz del discipulado. Los cansancios del camino no pueden acobardar y detener nuestros pasos porque equivaldría a paralizar la vida", agregó.
El Cardenal Bergoglio invitó a los catequistas a "dejarse desinstalar para no aferrarse a lo ya adquirido, a lo seguro, a lo de siempre" y "supone no tenerle miedo a la periferia", "salir de sus esquemas" pero mantener "en todo momento la experiencia de que Él es nuestro único pastor, nuestro único centro".
Tras agradecer la entrega de los catequistas, el Purpurado insistió en pedirles dejar "la cueva, abre puertas, anímate a transitar caminos nuevos. La fidelidad no es repetición. Buenos Aires necesita que no dejes de pedir al Señor la creatividad y audacia para atravesar murallas y esquemas que posibiliten, como en aquella gesta de Pablo y Bernabé, la alegría de muchos hermanos".