urante la visita que el Papa Francisco hará el sábado 25 de marzo a Milán, mantendrá un encuentro con presos de la cárcel de San Vittore e incluso descansará 30 minutos en el mismo centro penitenciario antes de celebrar la Misa en el Parque Monza.
Es habitual que el Pontífice se reúna con detenidos durante sus visitas apostólicas. En Milán hará lo propio con los de San Vittore, con quienes conversará en privado y almorzará después.
A continuación, descansará unos 30 minutos en una habitación habilitada para uso del capellán. Es la primera vez en la historia que un Pontífice descansará, aunque sea por un breve periodo de tiempo, dentro de una cárcel.
El pasado 6 de noviembre, Francisco celebró el Jubileo de los Encarcelados con una Misa en la Basílica de San Pedro. En ella pronunció una homilía en la que habló de la esperanza y señaló que “donde hay una persona que se ha equivocado, allí se hace presente con más fuerza la Misericordia del Padre, para suscitar arrepentimiento, perdón, reconciliación”. Francisco recordó entonces que “ciertamente, la falta de respeto por la ley conlleva la condena, y la privación de libertad es la forma más dura de descontar una pena, porque toca la persona en su núcleo más íntimo. Y todavía así, la esperanza no puede perderse”.
“Una cosa es lo que merecemos por el mal que hicimos, y otra cosa distinta es el ‘respiro’ de la esperanza, que no puede sofocarlo nada ni nadie”, dijo el Pontífice.