El mensaje se da en ocasión de la 59º Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra que se celebra el domingo 29 de enero. El texto se titula "En la lucha contra la enfermedad de Hansen es necesario el compromiso de todos".
En su mensaje, el Arzobispo Zimowski escribe que el Mycobacterium Leprae aún no ha sido erradicado, aunque el número oficial de nuevos contagios sigue disminuyendo y actualmente está en torno a los 200.000, según los datos de la OMS relativos al 2010-2011.
El Prelado señala que además de "apoyar la distribución gratuita de los fármacos necesarios, es preciso promover el diagnóstico tempestivo y la perseverancia a la hora de seguir la terapia. Es fundamental, además, reforzar el trabajo dirigido a sensibilizar y a formar a las comunidades y las familias expuestas al contagio".
"El versículo evangélico ‘Levántate y vete: tu fe te ha salvado’ (Lc 17,19), elegido por el Santo Padre Benedicto XVI como tema de la 20º Jornada Mundial del Enfermo que se celebrará el próximo 11 de febrero, constituye un llamamiento que toca de modo particular a quien está afectado por la infección: en este fragmento se narra la historia de los diez leprosos curados por Jesús".
"Como ha subrayado el Santo Padre en su Mensaje de este año, las palabras que dirige el Señor al hombre que, una vez curado, regresa alabando a Dios y se arroja a los pies de Jesús para darle las gracias, ‘ayudan a tomar conciencia de la importancia de la fe para quienes, agobiados por el sufrimiento y la enfermedad, se acercan al Señor’".
Mons Zimowski recuerda que "en el encuentro con Él pueden experimentar realmente que quien cree no está nunca solo. En efecto, Dios, por medio de su Hijo, no nos abandona en nuestras angustias y sufrimientos, sino que está junto a nosotros, nos ayuda a llevarlas y desea curar nuestro corazón en lo más profundo’".
"Este amor, que se expresa también en el compromiso individual y en el de las realidades eclesiales y de voluntariado –entre ellas, la Fundación Raoul Follereau y la Orden de Malta– y los éxitos obtenidos hasta ahora en términos de fuerte reducción del número de infectados, no exime ciertamente a los gobiernos y a los organismos internacionales de aumentar la atención y el trabajo contra la difusión de la lepra, ni de sus responsabilidades por lo que se refiere a la prevención –en términos educativos, higiénicos y sanitarios–, a la ‘readmisión’ de la persona curada, así como al apoyo a todas las víctimas de la infección".
El Arzobispo afirma luego que "quien ha conseguido curarse puede comunicar toda su riqueza interior y su experiencia y, al mismo tiempo, ayudando al prójimo, toda su dignidad y profundidad de persona tocada por el sufrimiento y comprometida a favor de la salud de la comunidad a la que pertenece".
Para concluir Mons. Zimowski resalta que eso "constituirá una ulterior contribución relevante al progreso de la lucha contra la enfermedad de Hansen, que durante milenios ha representado una plaga terrorífica y la exclusión automática de la sociedad".
"Solamente el esfuerzo de todos y a todos los niveles permitirá transformar la lepra de amenaza en recuerdo, aunque espantoso, del pasado", finalizó.