ADRID, 28 Ago. 06 (ACI).- El científico descubridor del genoma humano, Francis Collins, considera que los milagros son una “posibilidad real” y descartó que la ciencia se use para refutar la existencia de Dios porque está confinada a su mundo “natural”.
Según informa el sitio Caminayven.com, el también Director del Instituto Nacional Estadounidense de Investigación del Genoma Humano explica en su libro “El lenguaje de Dios”, que será publicado en septiembre, que “una de las grandes tragedias de nuestro tiempo es esta impresión que ha sido creada de que la ciencia y la religión tienen que estar en guerra” y precisa que el descubrimiento del genoma humano le permitió “vislumbrar el trabajo de Dios”.
“Cuando das un gran paso adelante es un momento de regocijo científico porque tú has estado en esta búsqueda y parece que lo has encontrado. Pero es también un momento donde, al menos, siento cercanía con el Creador en el sentido de estar percibiendo algo que ningún humano sabía antes, pero que Dios sí sabía desde siempre”, indica Collins y explica que los descubrimientos científicos llevan al hombre a acercarse al Señor.
“Cuando has tenido por primera vez delante de ti estos 3,1 billones de letras del ‘libro de instrucciones’ que transmite todo tipo de información y todo tipo de misterios acerca de la humanidad, eres incapaz de contemplarlo página tras página sin sentirte sobrecogido. No puedo ayudar, sino admirar estas páginas y tener una vaga sensación de que eso me está proporcionando una visión de la mente de Dios”, prosigue el investigador.
Francis Collins fue ateo hasta los 27 años, cuando como joven médico le llamó la atención la fuerza de sus pacientes más delicados. “Tenían terribles enfermedades de las que con toda probabilidad no iban a escapar, y todavía, en lugar de quejarse a Dios, parecían apoyarse en su fe como una fuente de consuelo. Fue interesante, extraño e inquietante”.
Luego leyó “Mere Christianity” (Mero cristianismo) de C. S. Lewis, que lo ayudó a convertirse. Collins explica que el argumento de Lewis, que Dios es una posibilidad racional era algo “que no estaba preparado para oír. Estaba muy feliz con la idea de que Dios no existía y de que no tenía interés en mí. Y todavía al mismo tiempo, no podía alejarme”.