elebración del Día de la Hermandad Obrera de Acción Católica
Trabajo digno
para la familia
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) nació en el año 1946, con el objetivo de introducir a Jesucristo en el mundo obrero, y humanizar así, mediante los valores evangélicos, el ámbito del trabajo. Valores que deben estar presentes, hoy más que nunca, pues se comprueba cada vez con más claridad cómo los sistemas de producción, los
horarios, sueldos y otros aspectos cotidianos afectan de forma negativa al espacio más necesario y sagrado del hombre: su propia familia.
Un trabajo digno para la familia, una familia para la vida es el lema que este año ha escogido la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) para celebrar El Día de la HOAC, el pasado domingo 23. La familia obrera ha sido, por tanto, el núcleo central de esta celebración, en el contexto del V Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en julio de este mismo año, en Valencia.
La HOAC, que está presente en 44 diócesis, y que cuenta con unos 1.400 militantes, ha reflexionado sobre la situación actual del trabajo y cómo afectan los cambios que se dan en nuestros días a la persona, a la familia y a la sociedad. Según los estudios y trabajos de este movimiento de Acción Católica, nos encontramos en una sociedad que ofrece un conjunto de posibilidades que permiten que las personas y las familias puedan vivir con dignidad, como pueden ser los avances científicos y técnicos, los servicios públicos y privados, la protección de numerosas asociaciones..., pero, al mismo tiempo, existen otros aspectos desconcertantes que persisten en medio de la opulencia de este primer mundo, y que contribuyen a empeorar la calidad de vida de muchas familias: el necesario trabajo de los dos cónyuges para poder llegar a fin de mes, los endeudamientos para poder pagar una hipoteca, el paro, la precariedad de los contratos...
Al mismo tiempo, en el seno de la familia comienzan a surgir nuevas cuestiones como el aumento de niños problemáticos por la ausencia de sus progenitores de casa, la violencia escolar, patologías en niños, jóvenes y adolescentes, como la obesidad, la drogadicción... Y los psiquiatras alertan del crecimiento de las neurosis, las depresiones y los suicidios en todos los tramos de edad; además, existe el terrible problema de la soledad en los ancianos, que se ven privados de la atención y el cuidado de sus familiares.
Frente a esta realidad, la HOAC quiere poner de manifiesto que, «para que la familia sea ese ámbito de educación y desarrollo integral y liberador que la persona necesita, además
de tener cubiertas las necesidades materiales y sociales mínimas, tiene que disponer de un tiempo de encuentro entre sus miembros, un tiempo para el afecto y el diálogo, para el cuidado de los niños y mayores, para las relaciones sociales, para transmitir, cultivar y celebrar la fe».
La misión de la HOAC es reflexionar sobre estos aspectos de la realidad del trabajo, y darlos a conocer en los ámbitos apropiados, para que todos los trabajadores tengan la oportunidad de reflexionar sobre ellos y poder actuar consecuentemente, lo que contribuirá a ir cambiando, poco a poco, la sociedad.
A. Llamas Palacios